domingo, 9 de septiembre de 2012

Quiéreme, como si fuese por primera vez, quiéreme.

Ya no me mira como antes. Era ilusión, eran ganas, era cariño. Dime, ¿Qué te ha hecho cambiar?. Sé que por mucho que lo piense seguirá sin tener lógica y que... En fin... Prefiero callarme, de todo lo que diga no va a servir nada.
Te pido que me quieras, que tengas ganas. NO PIDO TANTO, ¡JODER!. Y, ¿Esa sensación?.

sábado, 8 de septiembre de 2012

Las cosas no van bien. No hay miradas, ni risas, no hay caricias ni sonrisas. Se terminaron las palabras, ya no queda nada que escribir. Siento, añoro, lloro, pienso lo corto que es todo, qué pronto se acaban las cosas bonitas. Mañana, recuérdame que no sea tan imbécil como ayer, tan tonta como hoy. 
Aquel día, ¡AQUEL MALDITO DÍA!... Estaba contenta, ERA feliz, contigo. Era amor, era felicidad, eran caricias y... No era nada más, solo algo que nunca esperé.

lunes, 3 de septiembre de 2012

Aunque pasen mil años.

Para todo esto existe un camino, un camino largo y eterno en el que nunca sabrás con exactitud donde estará el final. Dicen que hay diferentes fases pero para mí no existe una teoría que diga en qué momento voy a negarlo, evitarlo, aceptarlo o como lo quieras llamar, puedo quedarme estancada en la negación para siempre, pero nadie podrá decirme los pasos que tengo que seguir. Dicen que el tiempo todo lo cura pero para esto no existe bálsamo o medicamento que me alivie, no existen años, meses, semanas, días, horas que me ayuden a olvidar o pasar página. Siempre faltarás en mi vida, nunca podré sentirte conmigo otra vez porque ya no estás, te fuiste con el viento... Con el paso del tiempo se está formando un huracán que se lo lleva todo, hasta los recuerdos más perdidos... 
Ya casi ni me acuerdo de tu voz, y es lo que necesito, recordarte, tu voz y tu risa, tus miradas, el tacto de tu piel... Necesito sentirte conmigo aquí, mamá, te necesito aquí conmigo.

martes, 8 de mayo de 2012

Tres.

El día más triste de mi vida, aquella corta despedida, la tristeza de los días, desesperación...
Alguien tenía que decirme que todo aquello había acabado. Era temprano y ya había amanecido, despierto, me levanto y noto algo extraño, hago como si nada... De repente alguien me espera, debo ir pero siento miedo, dudas, entro en aquella habitación y ahí me está esperando y pregunto aunque quizás no debería hacerlo, me dice que se ha ido y que ya ha pasado todo y me derrumbo, solo me sale abrazarme a él.
Al principio no me salían ni las lágrimas, quedé en estado de shock, no supe qué decir ni qué pensar y entonces empiezo a darme cuenta y no paro de llorar, no puedo parar.
Salgo y los veo, ellos ya lo sabían.... No puedo contenerme y lloro, y sigo llorando...
Después de meses y meses, todo se acaba en un instante con un adiós y una lágrima que caía sobre su cara, ahí estaba ella, se iba... Horas...
Dos días. Al segundo ya no sabía si estaba mal o simplemente no era consciente de lo que pasaba, no hacía otra cosa que no fuera llorar y hacerme la misma pregunta una y otra vez... ¿Porqué?
Esto fue hace tres años, hoy estamos a una semana de ese día, y sigo con la misma pregunta...
¿PORQUÉ?