martes, 30 de noviembre de 2010


Eres asombroso, te tomaste tu tiempo para conocerme. Quizás esa es la razón por la que me llevas al punto de hacer que me transforme.
Me insinuaste que romperías conmigo. Te juro que hiciste que perdiera la razón. Y no sé si es por todo lo que me hiciste sentir. Aunque parezca que no, me importas y me importaste, pero no puedo prometerte nada, no puedo prometerte amor eterno, o una importancia eterna por decirlo de alguna manera. Tal vez esto se tenía que acabar, aunque sea hasta que no sea prohibido para los dos. Deberíamos pensarlo bien, sacar los pros y los contras, porque creo que esta historia no va a ninguna parte. Tus cambios de personalidad me matan.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Decir, pensar, hacer.

Decir: ESTOY HASTA LOS [...] y mandarlo todo a hacer puñetas.
Cuando todo va bien pero tu no te sientes bien con nada, ni nada te hace feliz. Ese nada es algo que no quieres ni ver delante, ni pensar, ni "nada" de "nada", y nunca mejor dicho.
Cuántas veces se te pasó por la cabeza, y decir ME VOY! me voy de este lugar, lejos de TODO!
Pero siempre hay algo que te dice, no, tu no te vas a ninguna parte. Te quedas aquí porque lo digo yo. Y punto.
Venga, vamos, vamos a dejarnos de gilipolleces, vámonos ya...

sábado, 20 de noviembre de 2010

Serás mi alegría y mis ganas de vivir

Poder cojerte en brazos y achucharte. Decirte cosas tontas para así sacarte una sonrisa. Una de tantas...
Y poder enseñarte todo de esta dura vida, que aunque las cosas salgan mal siempre hay algo que te ayuda a seguir y a sonreir, aunque ese algo sea mínimo.

Al principio a él le desencantó la idea, pero ahora ya parece que le encanta, tanto como a ella y a mí.
Verte crecer. Verte aprender, jugar, reir, llorar. Pero sobre todo verte aprender a querer, a quererme a mí tanto como yo a tí, a quererlos a ellos que serán los prioritarios.
Verte a mi lado, que para mí es... Nose, creo que no habrá palabras para describir esa ilusion.
La espera será larga, pero nadie dijo que las cosas vengan en el momento en que uno quiere.

martes, 16 de noviembre de 2010

vendieron su pasión al precio más alto.










Eres un capricho, de esos que tal vez sean pasajeros, o no… pero solo un capricho. Solo sé que quiero seguir probando de tu ternura.


el sueño que creí!

Tú, el cielo y el universo en el que yo me encontraba. Lo que cada mañana nada más recuperar la conciencia pensaba y con lo que cada noche me volvía a acostar soñando. Cuántas lágrimas sobre esa almohada, esa en la que un día soñábamos juntos con cada momento vivido hasta llegado ese y con los que prometiste que quedarían.  Muchas veces me recordaste que era difícil todo eso y que a lo mejor no duraría para siempre, pero también me recordabas cada una de esas veces que siempre me esperarías. Veo como las palabras eran necias y las ilusiones vagas.

lunes, 8 de noviembre de 2010

cuánto cambian las cosas con tu ausencia prsiguiéndome.

La luna no me hace dormir,  solo hace que el sol tarde en salir. Y con los primero rayos empezará otro duro día sin ti.

me encanta, porque nadie se da cuenta de mis lágrimas cuadradas.

Hoy me he levantado y el dolor me apretó los dientes. Por el pasillo me olía a café pero de repente he caído en la cuenta de que no estás tú. Me volví a la cama y apague la luz, empezó pidiendo tiempo y el espacio que quería era casi exterior.  Ya sé que esto es ley de vida, pero más bien es vida sin ley.

Pienso que es verdad lo que dijiste un minuto antes de marchar,

y no, no lo he pasado bien.
En el día de hoy,
camino por el agua que un día convertiste en vino,
enseñándome el camino.
Ayer,  con mi whisky en mano perdí la cuenta. En él ahogué los besos que tal vez hayas olvidado.  Siempre dije que quería conocer lugares, hoy empezaré por los bares. Allí quedaron mis raíces, las que nacían en tus huesos. Otra vez el reloj se ha parado, otra vez. Empiezo a sentirme pequeña, como siempre, colgando de un sueño. El sueño de quererte, dejar de ser inerte, de ser tu Robinson y tú, mi viernes. Volvamos a empezar. Que él arregle las cuentas del pasado, las que llevo a cuestas desde mi última borrachera.Mi mayor miedo es mirar por los ojos del cielo malhumorado. Que me enseñe  lo que ve y la mierda que se ha encontrado.


domingo, 7 de noviembre de 2010

Está decidido

Cojen la maleta y salen corriendo. Como dos ladrones que atracan un banco y huyen de la policia. Piensan que si siguen escondiéndose van a acabar con esa pasión desenfrenada, entonces se fugan y se olvidan de todos ellos. Todos los que pensaban que era una locura imposible lo que sentían entre ellos.
Pero cuando él puede más que cualquier comentario, de eso se trata, de pasar desapercibidos, de irse a donde nadie les conozca ni puedan decir de ellos.
¿harán mal? Eso ya da igual porque ya está todo echo y hablado.
A ellos ya no les importa nada, solo lo que existe entre ellos dos y lo que seguirá existiendo etérnamente.

lunes, 1 de noviembre de 2010

¿de qué estábamos ablando? Ah si, de las tonterías que hicimos por la persona que más se lo merecía (en ese momento).
Tantas cosas tiradas al traste en... ¿10 minutos?. Los hechos hablan por sí solos, porque no era que lo dijese porque a lo mejor era el bien de los dos. Era porque lo sentía desde hacía ya algún tiempo, y le abrieron los ojos. Que para ojos de sapo los que se me quedaron tras pasar la noche en vela, llorando y pensando, ¿porqué esto? ¿porqué lo otro? Y sobre todo ¿porqué a mí?. Y recordando que cuando me dijo en ese instante, -no se si te volveré a llamar, quizás esto sea lo mejor para los dos.
NO. Perdona pero creo que no me lo merezco.
Ahora es cuando mi mente espabila un poco, cabila y comprende. Quizás era eso, que fue como la salvación para él.
Para dejarlo todo, los sueños, y las promesas junto a ese sueño que se quedó, solo escrito en el papel.

Tú que eres el listo en esta historia

Tal vez haya llegado la ora de despertar, darme cuenta quién soy, qué y porqué estoy aqui, charlando contigo sobre todo esto. Cuando ayer pensaba que podría ser feliz, que tal vez, la mujer mas feliz del mundo (o debería decir la niña) no solo por lo que digas, también por lo que a veces creo de mí misma. Decir: no, es que todo eso me la resbala. Pues no se acabó. Vale ya de actuar así, que todo esto no es jauja.
Cuando todos me decían [...] y yo no les hacía caso, ellos tenían razón, aunque ahora lo pienso y sí, la tenían, yo nunca cedo y hago caso a esos comentarios.
Tal vez porque sea una niña, para unas cosas si y para otras no.