Yo me mantengo de tus sueños, de tanto que me das sin apenas darte cuenta.
Me alimento de tu amor y de tu risa.
Soy feliz porque sé que estás ahí, sé que me quieres tanto como yo.
Hacía tiempo nadie me importaba de tal forma.
Con tu abrazo más sincero, enredada en tu ternura y enganchada al corazón.
Que siente y que regala todo lo que tiene.
Aquí te espero hasta el momento en que llegues,
cuando las miradas nerviosas se crucen por primera vez,
esas ganas locas de correr y engancharme a ti, para no soltarte, jamás.
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