Poca distancia entre los dos. Comienzan a charlar y el efecto empieza a notarse, nunca se habían visto antes pero no había nadie más y parecía temprano para irse.
Cuatro de la madrugada.
Cogen sus chaquetas y salen del bar, el camino prometía ser largo. Se acercan lentamente y lo que sienten es demasiado fuerte como para dejarlo.
No se acordaron para nada que aún eran auténticos desconocidos.