hacía años que nos conociamos. habíamos compartido todo y más.
de la noche a la mañana todo se profundizó, sentimos algo extraño, esa tranquilidad cuando estas cerca, ganas de abrazar fuerte al otro cuando está lejos y ganas de decirle lo que sientes cuando de repente aparece ese silencio, se acelera el corazón y te entran ganas de gritar que pare de una vez, tus ojos se cierran de placer cuando su aroma te envuelve como si de un velo se tratase.
la gente no nos deja a solas ni un minuto por miedo a que tramemos algo, por miedo a perdérselo todo, y tanto de mucho. sin dejarnos así acabar de empezar, para ¿siempre? quien sabe...
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