martes, 30 de noviembre de 2010


Eres asombroso, te tomaste tu tiempo para conocerme. Quizás esa es la razón por la que me llevas al punto de hacer que me transforme.
Me insinuaste que romperías conmigo. Te juro que hiciste que perdiera la razón. Y no sé si es por todo lo que me hiciste sentir. Aunque parezca que no, me importas y me importaste, pero no puedo prometerte nada, no puedo prometerte amor eterno, o una importancia eterna por decirlo de alguna manera. Tal vez esto se tenía que acabar, aunque sea hasta que no sea prohibido para los dos. Deberíamos pensarlo bien, sacar los pros y los contras, porque creo que esta historia no va a ninguna parte. Tus cambios de personalidad me matan.

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