¿de qué estábamos ablando? Ah si, de las tonterías que hicimos por la persona que más se lo merecía (en ese momento).
Tantas cosas tiradas al traste en... ¿10 minutos?. Los hechos hablan por sí solos, porque no era que lo dijese porque a lo mejor era el bien de los dos. Era porque lo sentía desde hacía ya algún tiempo, y le abrieron los ojos. Que para ojos de sapo los que se me quedaron tras pasar la noche en vela, llorando y pensando, ¿porqué esto? ¿porqué lo otro? Y sobre todo ¿porqué a mí?. Y recordando que cuando me dijo en ese instante, -no se si te volveré a llamar, quizás esto sea lo mejor para los dos.
NO. Perdona pero creo que no me lo merezco.
Ahora es cuando mi mente espabila un poco, cabila y comprende. Quizás era eso, que fue como la salvación para él.
Para dejarlo todo, los sueños, y las promesas junto a ese sueño que se quedó, solo escrito en el papel.
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